miércoles, 26 de octubre de 2016

Empleo-Jubilación

Resultado de imagen para jubilacionDe acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, para hacer de la vejez una experiencia positiva, “una vida más larga debe ir acompañada de oportunidades continuas de salud, participación y seguridad”. Esto se logra a través del llamado “envejecimiento activo”.
El envejecimiento activo implica mejorar la calidad de vida a todo lo largo de la misma a través de oportunidades de salud, participación y seguridad.

Las personas adultas mayores pueden participar en la sociedad de acuerdo con sus necesidades, deseos y capacidades, y lo pueden hacer en actividades sociales, económicas, culturales, espirituales y cívicas.

El envejecimiento activo depende de distintos factores, por ejemplo:
  • Acceso a servicios de salud y seguridad social
  • Hábitos como el tabaquismo, la actividad física y la alimentación, entre otras.
  • Entorno físico en el que se vive, características de la vivienda entre otras.
  • Apoyo social.
  • Ambiente económico que rodea al adulto mayor, determinado por aspectos como el ingreso y el trabajo.


Los mexicanos hoy vivimos por más tiempo. En las últimas décadas, la esperanza de vida de una persona al nacer ha aumentado de manera muy considerable en nuestro país. Por ejemplo, los mexicanos que nacían en 1930 tenían una expectativa de vida de 34 años; en 2008 esta cifra aumentó a 75.1 años.

Una persona afiliada al sistema de seguridad social (por ejemplo, el IMSS o el ISSSTE) puede solicitar su pensión de vejez a partir de los 65 años, siempre y cuando haya realizado el pago de contribuciones al sistema durante cuando menos 10 años.

Los adultos mayores en México tienen un rol significativo en el mercado laboral

En México, 1 de cada 4 adultos mayores de 65 años participa activamente en la fuerza laboral; esto significa que aporta al desarrollo de su comunidad y al sustento de su hogar. La participación de los adultos mayores es una realidad en nuestro país.

Gran parte de las personas adultas mayores que trabajan lo hacen desde el autoempleo o el sector informal. La mayoría se dedican a la agricultura u otras actividades de producción, así como a actividades comerciales.

Ello se debe a dos factores centrales:
  • Las instituciones que otorgan pensiones de vejez no ofrecen incentivos suficientes para que las personas regresen al trabajo formal una vez que han obtenido la jubilación.
  • Muchos de los adultos mayores que trabajan lo hacen de forma involuntaria, es decir, se ven obligados a hacerlo porque no tienen otros ingresos. Lo anterior se debe a que la entrega de pensiones por vejez no es universal, no es para todos. En México menos de la mitad de los adultos mayores cuentan con una pensión. Casi la mitad de las personas que no tienen pensión (40 por ciento) trabajan.


Mantenerse laboralmente activo permite a los adultos mayores conservar una mente y un cuerpo activos. También puede propiciar interacciones sociales y relaciones que son importantes para encontrar sentido a la vida. Al mismo tiempo, los adultos mayores contribuyen al desarrollo económico de su comunidad.

Dado que existe una activa participación laboral del adulto mayor en México, es importante pensar en trabajos acordes con sus necesidades, preferencias y capacidades individuales.

Para las personas que pueden elegir si retirarse o no, esta etapa puede suponer una oportunidad de crecimiento. Sin embargo, como sociedad debemos repensar las nociones de envejecimiento y retiro, así como el papel de los adultos mayores en la sociedad.

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