jueves, 18 de julio de 2019

Depresión, padecimiento frecuente en Personas Mayores

Depresión, padecimiento frecuente en Personas Mayores

De no tratarse a tiempo, puede acabar en suicidio

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 20 por ciento de la población de 60 y más años, sufre algún trastorno mental, siendo la depresión uno de los padecimientos neuropsiquiátricos más frecuentes, que, de no tratarse de manera adecuada, puede orillar a la persona mayor al suicidio.


Los últimos datos arrojados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2016), en México, la tasa de suicidios en personas de 60 años y más, fue de 20 por cada 100 mil habitantes, de los cuales, la mayor incidencia se registró en varones, lo que representa 18 casos en hombres y dos en mujeres.

Se recomienda estar alerta ante la sintomatología de las personas mayores las cuales inician con aislamiento, llanto fácil, carácter irritable, falta de apetito, exceso de sueño e incluso pensamientos suicidas.

La depresión en las personas mayores se desarrolla en tres diferentes niveles o fases:
En la primera, se puede mejorar el estado anímico del paciente mediante la terapia; en la segunda, en necesario complementar la terapia con el uso de fármacos; mientras que en la tercera y la más preocupante, requerirá de terapia y del suministro de dos y hasta tres fármacos, por lo que es importante detectar este trastorno del estado de ánimo y de las emociones en la primera fase.


DEPRESIÓN NO ES IGUAL QUE TRISTEZA

Aunque es frecuente confundir la depresión con tristeza, esta última solo se caracteriza por ser una emoción momentánea, mientras que la depresión es un trastorno la cual genera una afectación global del funcionamiento del individuo, en el que además de tristeza, hay una serie de manifestaciones como baja en la voluntad, autoestima, la actividad diaria, sentimientos de inutilidad y recurrentes sentimientos de culpa que afectan su vida cotidiana, familiar, social y laboral.

El principal detonante de este padecimiento se da regularmente por el abandono de la familia y la pérdida de la pareja.

La merma económica puede ser otro factor predisponente para una depresión; no es lo mismo que la persona sea trabajadora en activo a que tenga alguna limitante, como una pensión o que incluso no tenga ninguna entrada económica.

La pérdida del trabajo, el aislamiento de personas de su edad y la separación de los hijos son puntos que en la misma mediada repercuten en el desarrollo de las enfermedades crónico-degenerativas del adulto.

La psicoeducación en las familias y la orientación por en el área de geriatría, es de suma importancia para garantizarles un estilo de vida más tranquilo y placentero a la persona mayor.
Tomado del texto de: Maricarmen Hernández, El Sol de Puebla

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