El concepto de
calidad de vida tiene que ver con las cualidades valoradas por las personas adultas
mayores, como su sensación de bienestar y satisfacción, las cuales resultan de mantener
la función física, emocional e intelectual de manera razonable; así como el grado
en el cual conservan las actividades que tienen un valor importante para ellos:
participar dentro de la familia, en su lugar de trabajo y en su comunidad. Complementando
lo anterior, cabe señalar que la calidad de vida sólo puede percibirse como algo
individual, interior y cambiante.
La calidad de
vida o satisfacción vital se puede interpretar de dos maneras: la objetiva, más
o menos medible, en la que se reconocen las necesidades materiales esenciales como
la salud, la educación, la alimentación, el empleo, las condiciones de trabajo,
de retiro o jubilación, los ingresos y la capacidad económica para adquirir lo necesario;
así como la vivienda, las características del medio ambiente y el tiempo libre con
que se cuenta. La subjetiva, o que no puede medirse, como la satisfacción, la autorrealización
y el desarrollo personal, que van de acuerdo con los valores de vida que la persona
considera mejores para sí misma. Ambos conceptos son percibidos en forma totalmente
diferente por cada grupo social y cultural.
Existen muchos
conceptos involucrados con la calidad de vida, pero para este trabajo nos enfocaremos
al de salud y al de funcionalidad, muy necesarios para la autonomía de las
personas adultas mayores.
La salud es la
capacidad de satisfacer las necesidades sentidas y la aspiración a una mejor
calidad de vida. La funcionalidad es la capacidad para desempeñar las actividades
cotidianas necesarias para mantener una existencia independiente a pesar de
padecer una o varias enfermedades.
Para mejorar
la calidad de vida hay que tomar en cuenta los factores que estén más al alcance:
cuidar de su salud, consultando al médico una o dos veces al año; buscar alternativas
de diversión, entretenimiento y compañía que se ofrecen en los distintos grupos
que existen en la colonia o en las delegaciones; encontrar actividades que lo hagan
sentirse útil, no importando el valor que le den los demás. Éstas pueden ser: bordar,
coser, guisar, cuidar a los nietos, limpiar la casa, tener un trabajo donde se gane
dinero, todas son igualmente valiosas.
LO QUE NO SE
DEBE HACER
- Acostumbrarse a sentirse enfermo o triste.
- Sentirse solo y abandonado, inútil y aburrido.
- Ignorar las opiniones ajenas o distintas a nuestra forma de concebir la vida, aunque provengan de gente más joven.
Todo esto y más USTED lo aprenderá
en:
“Curso para
Cuidadores de Adultos Mayores”
–Una Alternativa
Laboral-
Informes:
Ernesto Padilla
Nieto 044 555217 9291
jepadilla56@gmail.com
Elizeth Altamirano
López 04455 2728 2630 psicorock@hotmail.com
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